Ahora, en cuanto a Cruachan, el hogar de Ailill y de Medbh, está en lo que era la llanura de Magh Ai, en la provincia de Connaught.

Así fue como la llanura tomó ese nombre: hace mucho tiempo, hubo un rey cuyo nombre era Conn, que tenía el poder druídico, así que cuando los propios shíde se volvieron contra él, fue capaz de defenderse con encantamientos tan buenos como los suyos. En una oportunidad marchó contra ellos, les arrasó las moradas, se llevó su ganado y luego, para impedir que lo siguieran, cubrió toda la provincia con un manto de nieve.

Los shíde fueron entonces a consultar con Dalach, el hermano del rey, que tenía un conocimiento druídico incluso mejor que él, y esto es lo que les dijo que hicieran: que sacrificaran trescientas vacas blancas de orejas negras y que desparramaran los hígados en determinada llanura. Cuando hicieron eso, los conjuró y el calor que generaban los hígados fundieron la nieve sobre toda la llanura y la provincia entera, y después de eso el llano recibió el nombre de Magh Ai, “Llanura de los Hígados”.

Ailill era hijo de Ross Ruadh, rey de Leinster, y Medbh era hija de Eochaid, rey de Irlanda, y sus hermanos eran los Tres Hermosos Gemelos que se alzaron contra su padre y pelearon contra él en Druim Criadh. Ellos fueron vencidos en la batalla y retrocedieron hasta el Sionnan, fueron alcanzados y les cortaron las cabezas, y se las llevaron al padre, que quedó irritado con ellos hasta el fin de su vida.

Siete hijos tuvieron Ailill y Medbh, y el nombre de cada uno de ellos era Maine. Estaban Maine Mathremail, “como su madre”; Maine Athremail, “como su padre”; Maine Mo Epert, “el hablador”; Maine Milscothach, “el de palabras de miel”; Maine Andoe, “el rápido”; Maine Mingor, “el gentilmente respetuoso”, y Maine Morgor, “el muy respetuoso”. Tenían sus propias gentes y lugar para vivir.

Ésta era entonces la apariencia de Cruachan, la morada real de Ailill y de Medbh, que algunos llamaban “Cruachan de los Poetas”: había siete divisiones en la casa, con literas en ellas, desde el hogar hasta el muro; un frontispicio de bronce en cada sección, revestida con labrado tejo rojo, y había siete franjas de bronce desde los cimientos hasta el techo del edificio.

La casa estaba construida en roble, y el techo estaba cubierto con tejas de roble; dieciséis ventanas vidriadas tenía, con postigos de bronce y una barra del mismo metal para trabarlos. Había un lugar elevado en el centro, para Ailill y Medbh, con una fachada de plata y tiras de bronce alrededor, con cuatro pilares de bronce y una barra de plata al costado, de modo que Ailill y Medbh podían golpear la vara central y congregar a su gente.

Fuera de la casa real estaba el dún, cuyas murallas habían sido construidas por Brocc, hijo de Blar, y el portón; y era ahí donde estaban las casas en las que se ubicaban los extranjeros.

Al costado de Cruachan estaba la Colina de los Shíde o, como algunos la llamaban, la “Caverna de Cruachan”. Una vez, Midhir llevó a Etain a ese lugar y era donde vivía la gente de los shíde, pero muy raramente algún mortal tenía el poder para verlos.

Una vez, una bandada de pájaros blancos salió de esa colina y todo lo que tocaban en Irlanda se marchitaba, hasta que finalmente los hombres del Ulster los mataron con sus hondas.

En otra oportunidad, de la colina salieron cerdos encantados, y en cada sitio que pisaban no brotaba grano, pasto ni planta sino hasta que pasaban siete años, y ningún tipo de arma los podía herir.

Pero si eran contabilizados en algún sitio, o siquiera si la gente los trataba de calcular, no se detenían en ese lugar, sino que se iban a otro. Mas como, de todas maneras, frecuentemente la gente de la región los intentaba recontar, no había dos personas que pudieran determinar su número y uno decía: “Ahí hay tres cerdos”, y el otro: “No, son siete”, y otro que eran once, o trece, y así se perdía la cuenta.

Una vez, los mismos Medbh y Ailill los intentaron contar en la llanura pero, mientras lo hacían, uno de los cerdos saltó por sobre el carro donde estaba ella. Todos gritaron: —¡Un cerdo te pasa por encima, Medbh! —Éste no —dijo ella, y lo tomó por el anca pero, cuando lo hizo, el cuero del cerdo se abrió en la cabeza y éste se escapó. Y es por eso que el lugar se llamó Magh Mucrimha, “Llanura del Recuento de los Cerdos”.